Algo que siempre he admirado en mi vida es la gente con una gran capacidad resolutiva, que era capaz de encontrarle solución a todo y que era capaz de sacar una tarea adelante sin tener ningún conocimiento de lo que tenia que hacer pero que ha sabido encontrar la solución para lograrlo.
Una vez vi una entrevista a una persona a la que su jefe le obligaba a impartir clases de francés sin que supiese absolutamente nada de frances. Algo que para mucha gente parecería imposible y no vería ninguna alternativa, esta persona decidió apuntarse a clase de francés y las lecciones que el recibía eran las mismas que él impartía después. Y así fue capaz de lograr su objetivo.
Sin embargo, esta capacidad resolutiva debe ser bien gestionada. Entiendo que en situaciones en las que estas empezando un negocio, o tienes una situación complicada en tu cabeza no entra la posibilidad de rechazar un trabajo o algo que pueda hacer mejorar tu situación. Pero no me quiero referir a estos casos.
Cuando cuentas con cierta estabilidad debes entender cuales son tus puntos fuertes, donde eres capaz de generar mejores beneficios para ti o tu empresa y centrarte. He visto muchas veces cómo la gente por no saber decir que no o por el ansia de querer alcanzarlo todo acaba colapsando y fracasando en todas sus tareas. Es mucho mejor hacer una tarea muy bien que hacer dos mal. Así que por mucho que algo pueda parecer una buena oportunidad, si te va a ocasionar colapsar y destruir todo lo conseguido hasta ahora es mejor decir no.
Y aunque parece sencillo, a mucha gente le cuesta entender esta lección. No son conscientes de lo perjudicial que puede resultar no rechazar algunas tareas. Y esta lección se puede aplicar tanto a nivel profesional como personal. Es una mentalidad a corto plazo que puede aportar un beneficio momentáneo pero un fracaso a largo plazo.
Personalmente creo que forma parte de un proceso de maduración y que vas aprendiendo a base de verte en situaciones complicadas por no saber decir no. Muchas veces nos vemos comprometidos a decir que si, pero incluso en esas situaciones es cuando debes aplicar la importante lección de aprender a decir NO.
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