Cuidado con los ídolos y ejemplos que eliges

Antiguamente la gente joven y no tan joven tenían como ídolos o ejemplos a seguir a los futbolistas, cantantes o famosos de la tele. Ahora con las redes sociales y la aparición de los influencers han surgidos nuevos personajes en los que fijarse cómo actúan y tratar de actuar similar.

Es cierto que antes se sabia muy poco de los famosos, pero por eso mismo era poco lo que se podía imitar de ellos. Su ropa, forma de hablar y destinos a los que viajar. No se sabia mucho más de ellos.

Sin embargo ahora gracias a las redes sociales y que el formato influencer se basa en la constante creación de contenido, relatando casi su día a día, la información que se percibe de ellos es mucho más amplia.

Esto nos abre la puerta a intentar imitar muchos más aspectos de su vida. Hay gente que incluso se obsesiona con imitar cada aspecto de la vida de sus ídolos. Mientras no lo llevemos a un extremo no pasa nada. A casi todos nos gusta parecernos o imitar aquellas cosas relacionadas con las personas que admiramos.

Unos se hacen el corte de pelo de Neymar, otros llevan las botas de futbol de Messi, otros usan la raqueta de tenis de Rafa Nadal, o comprar el vestido de Maria Pombo. Cada uno tiene sus preferencias. Yo también tengo las mías.

Pero en ocasiones me he llevado grandes decepciones con algunos de los ídolos o ejemplos que he tomado para mi vida. Y eso es lo que quiero transmitir. Hay que tener cuidado con los ejemplos que tomamos, sobretodo ahora que las redes sociales ofrecen una visión muy distorsionada de la vida.

Nos muestran una vida que nada tiene que ver con la realidad. No digo que todo sea falso, pero si una gran parte de lo que enseñan. Eso nos hace creer que son de una forma, y esto nos lleva a  imitar un estilo de vida que creemos que es el mejor. 

Y sin embargo en muchas ocasiones podemos descubrir que nada de eso es verdad. Que esa persona que teníamos de ejemplo no es en realidad cómo creíamos y que las cosas que tratábamos de imitar es mejor no hacerlo. O incluso no es posible hacerlo. 

A mi me ha ocurrido en algunas ocasiones, pero recientemente me ocurrió con una persona a la que seguía. Me gustaba la relación que tenía con su pareja y cómo compartían la vida. He de decir que son ricos y llevaban un ritmo de vida envidiable. Pero a pesar de que eso me llamaba la atención, no era lo que me engancha de sus videos. 

Y mi gran sorpresa y decepción fue cuando sin sospechar nada anuncian que se divorcian. Una pareja que para mi era un ejemplo se habían divorciado. Ellos mismos explican que lo que se ve en los videos no es la realidad. 

Te pongo otro ejemplo. Otro personaje público del que incluso me he leído libros, se mostraba con un inversor exitoso y con un estilo de vida que le permitía tener mucho tiempo libre. Además tenía una vida deportiva muy activa y que llevar retos extremos le aportaba patrocinadores.

Bueno pues con el paso del tiempo, sus sistemas de inversión no parecían ser tan exitosos como parecía, y sus fracasos deportivos se producía uno tras otro.

Con todo esto no pretendo decir que no debas tener ídolos, ejemplos o personas en las que fijarte. Al contrario, ese tipo de ejemplos muchas veces nos motivan y empujan a mejorar. Por eso creo que es importante tenerlos. Deportistas, empresarios, influencers… hay donde elegir.  Simplemente que los elijas con cuidado, que a veces las cosas hay que cogerlas un poco con “pinzas”, saber ver que aspectos nos gustan y nos motivan y que aspectos no. 

Yo sigo buscando cada día gente nueva que me inspire y me motive. Quizá esas personas que me generaron cierta decepción no eran tan perfectas como pensaba, sin embargo a día de hoy muchos aspectos de su vida me sirven como ejemplo y me sirvieron en su momento para dar paso a adelante en aspectos de mi vida. Encuéntralos y síguelos , pero cuidado con los ídolos y ejemplos que eliges.

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